Ya ha pasado un año, un año desde lo que parece mi otra vida, desde que yo al llegar a casa después del colegio cantaba muy alto eufórica, en la que la noche, el viento, las estrellas, todo tenía un significado para mi, unas sensaciones y unos sentimientos, desde que yo sentía cada mañana ganas de comerme el mundo, y pensaba que mi vida era completa y prácticamente perfecta. No es para tanto, solo me marché de mi colegio donde pase 13 años, de algunos amigos, y de mis profesores, pero algo cambió, algo no ha vuelto a ser igual, sigo buscando en cada pequeña cosa, en cada detalle, algo que me diga que es lo que he perdido, algo que me haga recordar lo que en un entonces tenía y ahora no, pero no lo encuentro. Odio los cambios, yo era absolutamente feliz, o eso me parece ahora que ya no tengo lo que tenía, si en un año no me he acostumbrado, nunca lo haré, viviré enganchada al pasado, a los fantasmas de otros tiempo, a esa chica que era distinta a quien es hoy, a esa chica que tenía inspiración, que siempre tenía una poesía en la cabeza, era una niña aún ingenua e inocente rebosante de sueños e ilusiones, de objetivos que conseguir, de firmeza y incluso muchísima fuerza de voluntad, y todo eso lo echo de menos, de una manera tan intensa, tan poco saludable... .También viviré enganchada a esa euforia y alegría de antaño, viviré llorando por las noches, apretando los puños fuertemente y deseando con todas mis fuerzas volver a aquella época, esperando un milagro, esperando a alguna hada inexistente que me conceda ese deseo, es triste, tan solo tengo 16 años, como voy a llevar envejecer si el simple hecho de crecer y pasar capítulos en mi vida se hace insoportable? como?. No quiero crecer, por favor no quiero, tampoco quiero entender que por mas que desee algo no se va a cumplir, por mas que me niegue, el tiempo va a seguir pasando, llevándose mi juventud, mi madurez y algún día incluso mi vida, necesito aceptar que no se puede hacer nada, que se tiene que superar. Hay algo que me preocupa, mis heridas físicas tardan mucho en cicatrizar, y de echo las últimas y más recientes no se han curado del todo, han dejado una marca, una cicatriz, y temo que esa faceta de mi ser no sea solo en lo físico y se convierta también en algo psicológico e interno, en un problema que hará que jamás supere nada, jamás podré borrar el dolor de una traición, la muerte de un pariente o incluso como ahora estoy comentando, el paso del tiempo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario