viernes, 21 de marzo de 2014

Luiso

Ya hace 4 meses, cinco desde que te conocí. Tenía miedo, bueno, sigo teniendo miedo. Tardé en creérmelo, a mi las cosas no me suelen salir bien. Pero lo importante es que "te conseguí" (?).
Juro que yo no soy así, no soy tan cursi, por lo menos en el tema de los chicos, no soy de decir estas cosas, ni de ponerme tan tonta, yo nunca me he dejado engañar, yo no soy tan estúpida, pero ahora mismo, no sé, siento la necesidad de escribirlo.
Las cosas no han sido fáciles, y juro que he pensado en acabar muchas veces, me has echo sufrir bastantes veces a pesar del poco tiempo, pero yo aguante como idiota, así que no es tu culpa.
Yo no quería enamorarme, ni ser tu décima novia, no quería durarte unos míseros meses, no quería ser otra mas que "cae", otra mas a la que engañas, otra mas para tu lista indefinida, otro amor fracasado. Pensé; la cabeza bien fría, demuestra pero no todo, siente, pero con límites, y sobre todo no dependas de él, eso es lo peor que podría pasarte. Y en ese tipo de restricciones a mi misma se fue desarrollando nuestra relación, a veces, era muy fría o sosa, por lo menos me obligaba a serlo. Se lo sensible que soy, y no quería sufrir, bastante tuve con el señor Narsés. El caso es que al vernos excesivamente poco (solo los fines de semana) lo llevaba bien eso de no sentir demasiado, aunque aún así, yo sentía mas que tú, y eso se notaba demasiado, y se sigue notando para mi desgracia, lo que pasa es que cada vez que te veía me gustabas más, pero por el contrario, no estaría yo muy segura.
¿ A que punto he llegado? Sabes, odio que me despeines, odio que contamines, que me hables de tus estúpidas ex-novias, que me ignores, que no te preocupes por mi estado de ánimo, que nunca guardes tiempo para mi, que seas tan pasota, que no quieras hacer esa tontería tan graciosa, que no me enseñes tus 4 pezones, que pff, odio tantas cosas de ti, odio cuando estamos discutiendo y me dices que me calle, o cuando me dices que tengo suerte porque te estoy durando, y sobre todo que cuando te diga "te odio" me contestes con un: "sí, pero tu bien que te comer mis babas" te juro que te estrangularía, a veces tengo unas ganas infinitas de matarte, a veces me dan ganas de escupirte a la cara, pero DIOS todo eso se queda corto, se queda tan pequeño a todo lo bueno que me haces sentir.

Me puedes chinchar lo que quieras, pero por favor no dejes de cogerme del brazo cuando me quiera ir a mi casa por tus estupideces, vuélveme a callar con un beso cuando discutamos, sonrieme con esas sonrisa picara cuando me estés gastando bromas y échate en mi regazo cuando yo te lo niegue. Son tus comentarios graciosos, tu manera de andar tan vasto y rudo, tus expresiones al sorprendente, son tus grandes manos con tus dedos morcilla que sirven de estufa a las mías, tu panza de papanoel, y esos agujeros tan feos que tienes en las orejas llamados dilataciones, es ese olor tan suave y aún así penetrante que tienes, esa manía de colocarte el flequillo cuando no tienes flequillo, tu pelo afro de nido, tus ojos cuando se entornan y asientes con la cabeza prometiéndome algo con cariño, esa sonrisa que hace que tu cara de hombre rudo se convierta en la de un niño mimoso, esos gruñidos de bienestar, ese chs cuando te parece algo mal, esos pies tan grandes que me recuerdan a barcas, y esa barba rasposa que a veces no me gusta, esa seguridad que tienes en ti mismo que me deja trastornada, sí, esa seguridad que de repente la pierdes cuando te dejas el móvil en algún sitio o sin querer haces el ridículo delante mío, tus labios tan carnosos, tan besables, tus "mi amor", tus "cariño" tu forma de pegarme y luego abrazarme todo obviamente de coña, tu enfados mentirosos, o tus empujones por la calle, tus gorritos, tu sinceridad al decir las cosas, también están tus bostezos, tu forma de hablar, ah se me olvidaba, sí, tu forma de hablar pero por teléfono con tu madre, tan suave, tan adorable, cuando te enfadas porque te llamo oso, cuando me tocas el pelo, cuando me acaricias, cuando me sostienes fuerte por si me escapo o por si me caigo, cuando me muerdes el labio inferior, cuando me das besitos en el cuello, cuando me haces temblar de deseo, cuando me siento protegida en tu abrazo, en esos abrazos que parece que me vas a partir, cuando me dejas tu ropa cuando tengo frío y luego sin que tu lo sepas duermo con ella, cuando me dices bajito al oído "te quiero"y yo siento desmayarme.
Fue entonces cuando me di cuenta, cuando ya no había marcha atrás, cuando hiciera lo que hiciera iba a sufrir, cuando tu recuerdo no me dejaba concentrarme para estudiar, cuando tu olor me perseguía por la calle, cuando me di cuenta que hace ya tiempo que estaba perdida en eso que llaman amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario